miércoles, 17 de noviembre de 2010

Cuidado con lo que sueñas...


Contra todo pronóstico, he sobrevivido a uno de los veranos más duros que recuerdo. Pocas veces he tenido a tanta gentuza reunida empeñada en complicarme la vida. O posiblemente no me acuerdo, bendita memoria selectiva, que me hace olvidar las cosas malas en un pis pas.
Llegar al 11 de octubre se convirtió en una carrera de obstáculos. Algunos los superaba limpiamente, en otros me partía los morros, pero me levantaba y seguía corriendo con la vista puesta en mi crematístico objetivo: ahorrar unas monedillas para convertirlas en kilómetros viajeros.

No todo han sido penas, por supuesto. Estabais vosotros: los de siempre, los llegados desde el pasado, algún nuevo descubrimiento, y la familia que nunca falla.

Pero si algo me reconciliaba cada día con las fatigas del vivir era la terraza de la super-casa donde estuve alojada (gracias infinitas, J.A.R). Tumbada en mi hamaca, cafelillo o copa de vino en mano, el mar y Formentera enmarcaban mis sueños.
Algunos veleros, los de las fotos, fondeaban frente a mi atalaya por unas horas o para pasar la noche. Y yo pensaba "algún día iré en uno de ellos, me embarcaré y romperé las olas de mares generosos, recolectando aventuras". Bueno, para ser exacta lo que pensaba era: "qué cabrones, presumiendo de barquito en mi cara, tocándose los huevos mientras yo tengo que currar nueve horas en un infierno infernal por un miserable sueldo. Así se mareen y vomiten hasta la primera papilla".

Resumiendo, que tanto soñar con navegar, tanto envidiar barcos ajenos, resulta que ahora tengo en mis manos la posibilidad de marcharme a recorrer el Pacífico Sur con el 'Dream Reach', el barco con el que estuve viajando por Alaska. Sería un viaje de entre uno y dos años, saliendo de Estados Unidos y visitando Las Marquesas, Toamotu, Tahiti, islas Cook, Samoa, Fiji, Nueva Guinea...
La otra opción es Hawai, Alaska y Mongolia. La decisión es complicada por un montón de razones que serían largas de explicar. Llevo un mes dándole vueltas y todavía no me he decidido, aunque admito que la vueltecita por el Pacífico va ganando puntos. Puntos que se convierten en negativos cuando veo por la tele el anuncio ese de los Pezqueñines y juro que me mareo solo de ver la imagen del pesquero saltando un par de olas.


Pues eso, que cuidado con los sueños, que luego se convierten en realidad y es un lío...

viernes, 21 de mayo de 2010

39





No sé si es la edad que me está volviendo más lúcida o un arrebato de sinceridad, pero lo cierto es que tengo una confesión que haceros: Sí, teníais razón. Los cereales de chocolate con champán están realmente asquerosos.
Y lo curioso es que las primeras dos cucharadas saben bien, pero la tercera y sucesivas... Asco.
Así que no me explico por qué llevo siete años desayunando esta porquería cada mañana del 20 de mayo. En fin. Me quedan 12 meses para inventarme otra tradición matinera, aunque anoche alguien apuntó una posible receta ganadora: Bayleis con... cereales de chocolate. Se admiten sugerencias.
Gracias a todos los que hicisteis de ayer un día muy, muy especial. Y si alguien me envió una felicitación por Internet, que la repita, porfa, el patético psicópata aburrido aprendiz de hacker volvió a actuar y lo borró todo. Pronto os envío mi nueva dirección y le dejamos la antigua para él, que se ve que le gusta mucho.

martes, 18 de mayo de 2010

Sobre teléfonos móviles





Mi móvil es un Nokia-no-sé-qué con muchos años, kilómetros y golpes a sus espaldas. Tiene lo justito para ir tirando: números, letras y pantalla. Ni cámara de fotos, ni música ni leches. Pero tiene una función muy útil que se llama 'Modo Silencio', el que uso ahora mismo porque escribo en una biblioteca. Recibo las llamadas pero no suena el aparatito en cuestión.
Os cuento todo esto a manera de información para el/la patético/a que desde hace un mes se dedica a llamarme por las noches en un vano intento de molestarme.
La primera llamada me asustó y la contesté pero colgaron sin decir nada. Eran las 3 de la madrugada (las 2 en Canarias, las 4 en Turquía, las 11 de la mañana en Australia, por poner un ejemplo). Al día siguiente fueron dos las llamadas (a horas intempestivas en el hemisferio norte y no tan intempestivas en el sur), pero el teléfono ya estaba en Modo Silencio. Luego fueron tres llamaditas, luego cuatro y así cada noche hasta llegar a ayer, cuando se batieron todos los records y mi teléfono registró CINCO lastimosas llamadas 'Anónimas'.
Pues eso, quien quiera que seas (je, je): que sepas que tu patético intento de fastidiarme las noches no da ningún resultado, incluso me divierte levantarme por la mañana y apostar conmigo misma cuántas llamaditas habré recibido mientras dormía (o no). Ni me enfada ni me molesta, más bien empiezo a sentir bastante pena por ese "alguien" que debe llenar su lamentable, triste y anodina vida con llamadas sin fundamento.
Como no tengo fotos nuevas os pongo alguna de las Fallas 2010 para poner un poco de color a esta entrada. ¡Feliz casi-verano a todos!

miércoles, 5 de mayo de 2010

La dura vida de una camarera


Con este invierno primaveral tan repentino que estamos 'disfrutando', los señores guiris se quedan en sus hoteles y no salen a cenar, así que el restaurante donde trabajo está triste y desangelado. Sin clientes no hay anécdotas, así que mientras sale el sol os dejo una foto de la temporada pasada. Son mis pies tres días después de empezar a trabajar. La próxima vez que os penséis si dejar propina o no a la camarera, acordaos de esta foto...

sábado, 1 de mayo de 2010

En fin

No quería hacer esto pero, llegados a este punto, voy a habilitar una opción en este blog que me permite moderar los comentarios. A partir de ahora no se va a publicar ningún Anónimo, el que quiera decir algo, bueno o malo, que de la cara. Y el tema cerdo-cotilla-mala gente está en manos de la Policía, así que se acabó, no le vamos a dar ni un minuto más de entretenimiento al tiparraco de vida triste que lo ha hecho. Gracias a todos por vuestro apoyo en esta historia.

Hoy empiezo a currar, seguro que mañana tengo un montón de cosas divertidas que contar, prometo nueva entrada con fotos incluidas. ¡¡¡¡Fuera miserias!!!

lunes, 12 de abril de 2010

El cerdo es otro

Pues según pasan las horas toma cuerpo la teoría de que no se trata de un virus cabroncete, sino más bien de un pseudo-humano, macho o hembra, con serios problemas de comportamiento. La probabilidad de que me esté "atacando" un alguien con muy mala leche y ganas de hacerme daño son muy altas. Lamento una vez más los inconvenientes personales que todo esto os pueda causar y al tiparraco en cuestión, él o ella, le deseo mucha suerte. La necesita toda para que no me entere nunca de quién ha sido.
Por cierto, la jugada te ha salido fatal, con tu sucia maniobra estoy recuperando a gente con la que había perdido el contacto y a la que graciosamente has enviado un correo en mi nombre. Gracias (pero ve buscando un escondrijo).

Como un cerdo

Abierta en canal y mostrando mis entrañas, así me siento media hora después de saber que un virus cabrón ha infectado mi correo electrónico y se ha dedicado a mandar mis mensajes, escritos y recibidos, a diestro y siniestro. Os he avisado a unos pocos para que no los abráis, más que nada para que no se propague la infección. Pero sé que muchos, por despiste, curiosidad o sorpresa habéis leído mensajes que no iban dirigidos a vosotros o que me habían escrito a mi.
Se supone que en plena era cibernética no hay secretos y eso debería tenerlo asumido. Lo cierto es que me siento fatal, como si hubieran violado mi intimidad más íntima.
Esto es parte un aviso para que no abráis mis mensajes y en parte un ruego con el mismo objetivo.
Gracias