lunes, 23 de noviembre de 2009

Me aburro


El sol se pone así de chulo en el Casinet


El que se aburre tiene lo que se merece, dijo no sé quién.
Sigo en Gandía buscando un trabajo que me lleve a Mongolia y mientras sale, hago limpieza de trastos acumulados. Anoche, leyendo viejos diarios me eché unas cuantas risas y descubrí que en 20 años, para bien o para mal, he cambiado muy poquito. En uno de esos viejos cuadernos encontré esta tontería que demuestra que una vez fui inocente.
Era 1996 y yo sobrevivía entre Salamanca, Gandía y Andorra.

"Voy a escribir semi en serio un libro recopilación que se va a titular: 'Me sobra'. Porque a la gente preguntada le falta dinero, tranquilidad, un amor, trabajo o aventuras. Pero a mí y a mi infelicidad le sobran muchas cosas.
Me sobra la dependencia físico-anímica de un abrazo.
Me sobran los racistas, machistas, feministas, violistas y demás istas (¿los ciegos también son racistas?)
Me sobran las salas de espera en el dentista de la Seguridad Social. El dolor físico, el malestar general, la sangre fuera de su ruta, el aire que no llega a un pulmón.
Me sobra el dinero. ¿Y si probamos una vuelta al intercambio? Yo te doy un libro bonito y tú me das un helado de menta y chocolate. Yo te doy un beso y tú me regalas un melocotón.
Me sobran los zapatos. Las cremalleras. Los botones. Los cinturones. El sujetador.
Me sobra el invierno. Y siento renunciar a la sauna casera bajo mantas zamoranas, desnuditos tú y yo.
Me sobran los ovarios una vez al mes.
Me sobra la muerte ajena, la mía me da risa.
Me sobra la fidelidad, los celos, la posesión. Me sobra el amor porque esclaviza, decepciona, suprime, engaña, duele, se come la inocencia y vomita pseudo sabiduría.
Me sobran dioptrías cuando alguien sonríe a lo lejos y no me entero. No me sobran en la piscodelia de la noche iluminada de una ciudad. ¡Todo es tan de mentira!
Me sobran las raíces que no tengo, la estabilidad que no busco, el equilibrio que rehuyo.
Me sobra la lombarda, las anchoas, la mayonesa, los callos a la madrileña y el gazpacho andaluz.
.Me sobran los medios de comunicación, la Aldea Global, el anonimato masivo, la soledad entre gentes, los concursos denigrantes en la tele, el ajedrez, el reloj que no tengo, más de la mitad de la ropa que sí tengo, los recuerdos, las escobas y fregonas, los niños egoístas, manipuladores, exigentes, adorables.
Me sobran ganas de vivir pero me faltan vidas.
Me sobra la vejez, la degeneración física pero sobre todo mental.
Me sobra el helado que me estoy comiendo porque me duele la garganta.
Me sobra la tristeza, propia, ajena, compartida o intuida.
Me sobran los políticos, los banqueros, los empresarios, los presidentes, los abogados.
Me sobran los mosquitos, las moscas puñeteras, los videntes, los hombres que pegan a las mujeres, las mujeres que pegan a los hombres y demás combinaciones.
Me sobran ganas de escribir o me faltan ideas, una de dos".

Supongo que en un rato me arrepentiré de esta entrada en la que se me ve demasiado el plumero y la borraré. Aprovechad estos momentos de debilidad...