Recién llegada a Moab, con más de 2.100 kilómetros entre pecho y espalda (¿o debería decir entre culo y volante?), recibo un mensaje de Bill: el océano está intratable y tras dos días fondeados en Neah Bay se han tenido que volver por el Estrecho Juan de Fuca hacia aguas más tranquilas. Así que si quiero, me da tiempo a dejar la furgoneta y subir hasta Bellingham, donde me recoge con el Dream Reach y bajo con ellos hasta San Diego.Y aquí estoy, despues de treintaytantas horas de autobuses y estaciones cochambrosas. Luego me preguntan por qué no hago planes...
En un par de horas salimos hacia Friday Harbor, en las Islas San Juan, y de allí, en teoría, rumbo sur. Contenta porque de esta manera no me pierdo ni un minuto de este viaje pero un poco asustada también, hay mucha agua ahí fuera...
En un par de horas salimos hacia Friday Harbor, en las Islas San Juan, y de allí, en teoría, rumbo sur. Contenta porque de esta manera no me pierdo ni un minuto de este viaje pero un poco asustada también, hay mucha agua ahí fuera...



En fin. Que el viaje en furgoneta por los estados de Washington, Oregon, Idaho, Nevada y Utah me ha encantado y me ha dejado con ganas de recorrerme este país de punta a punta en coche, moto o a caballo. Ahí van unas fotos, incluyendo una visita a mi ciudad natal, Toledo:


























