lunes, 2 de junio de 2008

A qué dedico el tiempo libre

No me puedo creer que haya pasado todo este tiempo desde la última vez que escribí algo en este blog. En fin. Que paren el calendario, que la vida no me da.
Encima estoy en plan pereza total y me entra el nervio si paso más de diez minutos seguidos sentada delante del ordenador, así que voy a subir un montón de fotos, os cuento cuatro chorradas y os hacéis una idea de lo que pasa por aquí. No me entero de cómo se hace para que las fotos se queden donde yo las pongo, me rindo y que sea el señor blog ese quien decida dónde colocarlas.

Lo primero que os cuento es que tuvimos invasión de hormigas en casa. La cosa empezó con un puñado de estos bichejos en la cocina, pero según Johno, "no pasa nada, están dentro de casa porque está lloviendo, cuando pare ya se irán".


Pues vale. Total, en la cocina también viven esta arañita y su madre, que es el doble de grande pero de natural tímido y todavía no se ha dejado fotografiar:


Ah!! Y esta ranita tan simpática:



Así que cuando "unas cuantas" hormigas más empezaron a entrar en la habitación por la ventana, empezaron a teñir de negro un armario y tomaron al asalto el televisor y los altavoces del ordenador, yo me limité a hacer fotos. Cuando a medio día llego Johno de trabajar casi le da un ataque. Se olvidó de su vena budista y volvió al pueblo a toda velocidad a comprar un spray mata-hormigas. Ecológico, eso sí.






Mas bichos: los bush turkey, unos pavos salvajes que viven en el bosque, van a su bola y se pasean por la casa como si pagaran alquiler. Yo les tengo mucha manía, pero están protegidos por la ley y no se les puede tocar ni una pluma, por no hablar de hincarles el diente tras una breve estancia en el horno. Dammit!


Y aquí tenemos a los famosos y ruidosos periquitos autralianos, un puñado de histéricos pajarracos que ponen la banda sonora a los amaneceres y atardeceres de este lado del mundo.

Aproximadamente a las dos semanas de incesante y estridente parloteo matutino la cosa deja de ser exótica y pasa a convertirse en un verdadero coñazo.


No sé cómo lo hago pero en cada entrada acabo hablando de animales. Esto es una gamba gigante. La cosa funciona así: tu tienes una tienda de piñas y resulta que eres australiano: pues te construyes una piña gigantesca, la colocas en el tejado de tu comercio y te anuncias en todas las guias turísticas como "La piña más grande del mundo mundial". Las carreteras del país están llenas de señales que anuncian "La langosta más grande", "La banana más grande", "La naranja más grande"... y así hasta el infinito. Este bonito pero poco comestible crustáceo está a la entrada de Ballina, un pueblo cerca de Byron.





Además
de hacer fotos a todo animal que se pasea por delante de mi cámara, durante este tiempo sin escribir he seguido trabajando en el Krave, el garito de los kebabs y he dejado lo de repartir publicidad. A la semana de estar cortando cebolla, lechuga y zanahorias me ascendieron y me pusieron a "cocinar" y servir kebabs, hamburguesas, zumos y cafés. Con lo feliz que era yo cortándome las uñas entre cacerolas... A pesar de mi mundialmente conocida incapacidad para cocinar mas allá de una tortilla o una ensalada mixta, se me da bastante bien eso de calcinar un trozo de carne y algo de cebolla mientras unto de mantequilla revenida un trozo de pan. El problema lo tengo para entender qué demonios quiere el cliente de turno. De veras, intentar aprender inglés en Australia es como irte a un pueblín de la Andalucía profunda a aprender castellano. Un desatino.

Que más? He visto amaneceres como este:









































Y este:
Playas infinitas como estas:





































He hecho un montón de kilómetros en moto (de paquete hasta que no me crezcan las piernas un palmo más):




Y algunos menos caminando por los innumerables (y cómodos) Parques Naturales de este país:







Ah!! He estado de boda "a la australiana": en un acantilado y todo el mundo vestido a su bola. Sin tanto formalismo ni tanta tontería como se hace en España (creo, sólo he ido a la de mi hermanísimo y fue muy divertida). La niña rubita es la hija de la pareja (él tiene otros dos hijos) y perdió uno de los anillos por el camino. A mitad de la ceremonia nos pusimos todos a buscarlo entre la hierba que nos llegaba por el tobillo. Hubo suerte y la boda termino como empezó, entre risas. Yo era la fotógrafa oficial y también perdí algo: unos zapatos de tacón prestados que me quite nada mas bajar del coche para no partirme el cuello en tan memorable día. Nos dimos cuenta durante la cena y una segunda expedición de búsqueda tuvo que recorrer de rodillas el puñetero acantilado hasta dar con ellos. En fin.
(El flaco de la foto es el novio, no el 'Padrino'. El otro aprendiz de gánster, el más hermoso, ese sí es el padrino).







9 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial. Otra visión de Australia, mucho mejor que las de las guias. Oye Sauny, lleva cuidado e intenta darme una dirección física de correo, plis.

Madrid está loco, llueve y llueve, y aún así, sigue siendo gris.

Nos vemos....

Lola dijo...

Joer, todavia me estaba pegando con las fotos y ya tenia mi primer anonimo. Gracias por participar pero no pienso darle mi direccion de correos a alguien que podria ser mi amigo Pako, mi medio hermana Carmen o un psicopata aburrido.

José Miguel L. Romero dijo...

¿Has ido ya el Oeste? ¿Has pasado ya por el Outback? Ya sabes que quiero que me lo cuentes todo sobre ese sitio con detalle. Un besazo (mándame un kebab).

untaltoni dijo...

No me creo que te resistas a patearle las plumas a un pavo que se llama Bush. Molan mucho tus aventuras y desventuras con los bichos autralianos, pero ¿que hay de los humanos?, aparte de casarse y hacer gambas gigantes. No sé, pero tengo entendido que son bastante difíciles...
Un besazo

Lola dijo...

Serendipity, tienes un emilio y te aconsejo que no vuelvas a comer un kebab en tu vida.
Untaltoni, solete, la proxima entrada en este soso-blog intentara un retrato de la humanidad que me rodea. Para que te vayas haciendo una dia, pon en una coctelera a un ingles y a un norteamericano, a;ade una pizca de racismo, un par de gotas de autocomplacencia y un pellizco de vacuidad, agita y ya tienes a tu australiano medio.

Anónimo dijo...

Oye Pilar, que el anónimo de arriba soy yo, Paco. Mándame la dirección al correo que ya sabes.Por cierto, tengo noticias que ya te contaré. Mientras tanto, seguiré practicando.

Ahora ya no llueve, pero Madrid sigue loco de todos modos.

Adiossssssssssss......

Anónimo dijo...

Y sigue lloviendo. Ya estamos a 12 y esperaba ver más fotos tuyas por aquí, pero bueno.

Llega el verano a Valencia ( esta semana no ) y probablemente me vaya para allá en Julio, aunque si puedo me escapo a otro sitio.

Pues eso, lleva cuidado y escribe cuando puedas y los bichos te dejen ( de dos o mas patas).

Paco (Madrid).

Anónimo dijo...

Una vez me dijiste que olía a verano. He visto las fotografías del amanecer y ahora se lo que en aquel momento me inspirabas.

Anónimo dijo...

Hola chata, estamos a día 27 y nos tienes a pan y agua. Deja de perseguir canguros y escribe dos líneas, anda.